El Campus de Etnografía y Folklore de Ingenio rinde tributo a Joaquín Díaz, el mayor etnógrafo español del siglo XXI

La finalidad de la política de la Fundación Joaquín Díaz incide en las generaciones futuras, en las personas mayores que pueden reconocer en el amplio legado que exhibe su pasado e historia y a la comunidad investigadora de la cultura popular.

Su fin principal es contribuir a la valoración y difusión del patrimonio legado por la tradición. La sede de la Fundación está en Urueña (Valladolid, España), en un edificio del siglo XVIII propiedad de la Diputación de Valladolid, y en ella se albergan diversas colecciones, cedidas para su visita o consulta por Joaquín Díaz, así como numerosos archivos orales, escritos y gráficos que pueden ser consultados por los investigadores.

El gerente de la citada fundación, Ricardo Izquierdo Valladares, habló en la edición del V Campus de Folklore y Etnografía de Ingenio del modelo de gestión de esta entidad en la gestión de la cultura tradicional y el desarrollo del territorio.

Para aquellos que no lo sepan hay que advertir que Joaquín Díaz está considerado como el gran etnógrafo español del siglo XXI. Ha recogido y estudiado las canciones tradicionales españolas y del resto del mundo, que luego ha cantado y grabado con voz exquisita y con gran respeto a las versiones originales. Nunca dejó de investigar, de recopilar canciones casi perdidas o romances de tradición oral; hizo acopio de instrumentos musicales, cuentos populares, testimonios gráficos de trajes antiguos, octavillas con coplas y relatos. Ha publicado 80 discos y 50 libros.

Desde 2016 Izquierdo Valladares es el director de dicha Fundación, que desde 1994 dedica su esfuerzo a contribuir a la valoración y difusión del patrimonio legado por la tradición. En su edificio se custodia una exquisita colección de pliegos de cordel con unas doscientas coplas, romances y documentos en su mayoría de los siglos XIX y XX, seleccionados de los más de tres mil que contiene la biblioteca, así como una elegante colección de grabados de trajes, donde se muestran unos cien trajes de los quinientos que posee la fundación, y que representan a hombres y mujeres de las nueve provincias castellano-leonesas.

La fundación custodia 26.000 libros (entre ellos, cientos de cancioneros y unas 300 recopilaciones de refranes); 4.000 aleluyas con estampas, 6.000 pliegos de cordel (cuentos populares y canciones que se exponían al público colgados de una cuerda), 8.000 discos de vinilo, 14.000 fotos antiguas… Y 30.000 grabaciones en MP3 donde se oye a los informantes originales que le transmitieron durante estos años canciones o cuentos, y que pronto estarán accesibles para todo el mundo gracias a un convenio con Wikipedia. Por si fuera poco, la fundación organiza simposios y expone al público más de 400 instrumentos tradicionales (escogidos de los más de 1.000 catalogados); entre ellos, un tintinábulo del siglo I (una especie de campanilla).

“Joaquín Díaz es la persona viva que más premios ha recibido y sigue recibiendo por su trayectoria”, señala Valladares. Apoyada desde la Diputación de Valladolid desde su creación, la fundación se encuentra con un problema de espacio. “Tenemos expuesto sólo el 30 por ciento de nuestro notable legado y fondos, a los que se incorporan continuamente nuevos materiales donados por la Asociación de Amigos de la Fundación, que este año nos ha entregado un colección de pliegos de cordel de los siglos XVIII y XIX. No contamos con espacio físico para exponer al completo la colección de instrumentos musicales”, dice.

El gerente avanza que la fundación ha llegado a un acuerdo para la adquisición de un solar colindante a su edificio que permitirá en el futuro mejorar esta situación con la construcción de una biblioteca que integre los fondos de las tres bibliotecas con las que cuenta esta entidad.

La Fundación Joaquín Díaz se constituyó como una entidad privada sin ánimo de lucro “buscando que tuviera mucha agilidad administrativa, aunque presentando sus cuentas anuales a los organismos públicos que la apoyan, como el Protectorado de Fundaciones de la Junta de Castilla-León. Cuando más del 50 por ciento de tus fondos son de carácter público, quedas adscrita a la Diputación de Valladolid, para bien y para mal. Hemos perdido agilidad administrativa, pero tenemos más estabilidad de futuro”, admite Valladares. Los Patronos de la Fundación son la Diputación de Valladolid, la Junta de Castilla y León, España Duero, el Ministerio de Cultura, la Universidad de Valladolid, la Fundación SGAE y el propio Joaquín Díaz.

Cuenta con un presupuesto de 350.000 euros anuales con los que mantienen tres museos y una programación que incluye infinidad de acciones e iniciativas. Un 50 por ciento de esa cantidad proviene de entidades públicas y el otro proviene de la Asociación de Amigos de la Fundación, colaboradores, entidades privadas y trabajos externos que se realizan como la organización de exposiciones y programas con la comunidad educativa.

RicardoIzquierdo YerayRodriguez Rafael Izquierdo